En el mundo se suicidan más de 800 mil personas cada año, siendo esta la segunda causa de muerte en jóvenes de 15 a 29 años de edad. Es por esto que, desde el 2003, la Organización Mundial de la Salud celebra cada 10 de septiembre el Día Mundial para la Prevención del Suicidio. Al ser este un grave problema de salud pública, diversos organismos de salud realizan estrategias para prevenirlo, tales como la restricción del acceso a medios de suicidio, la formación del personal sanitario y, muy importante, la psicoeducación de la sociedad para aprender a detectar conductas de riesgo.
Pero aquí viene la gran pregunta: ¿Por qué la gente se suicida? El suicidio es una situación multicausal; es decir, que es el resultado de un cúmulo de circunstancias que llevan a una persona a terminar con su vida, en las que intervienen factores psicológicos, sociales, biológicos, culturales y ambientales. Dentro de las principales causas de suicidio se encuentran las enfermedades mentales: depresión, trastornos por consumo de alcohol, abuso de sustancias, violencia y pérdidas.
El suicidio es todo caso de muerte que resulte, directa o indirectamente, de un acto, positivo o negativo, realizado por la víctima misma, sabiendo ella que debía producir este resultado (Hernández-Bringas & Flores-Arenales, 2011). La OMS plantea que, si bien el suicidio no es necesariamente la manifestación de una enfermedad, los trastornos mentales sí son un factor asociado con el suicidio muy importante. Algunos estudios realizados en distintos países revelan una prevalencia total de entre 80 a 100% de trastornos mentales en casos de suicidio consumado.
Pero hay un enemigo silencioso en esta ecuación, el estigma, la falta de diálogo alrededor del suicidio, el miedo a hablarlo, pensar que el solo mencionar la palabra suicidio puede motivar a alguien a hacerlo, cuando es todo lo contrario. Si en nuestro entorno nos abrimos a hablar de este tema y normalizamos la expresión de nuestras emociones, podemos ayudar a que si hay alguna persona a nuestro alrededor pasando por un momento complicado, se sienta con la confianza y libertad de decir cómo se siente, y sobre todo pedir ayuda.
En VALE LA PENA buscamos brindarle al público un espacio de confianza en el que pueden recibir contención y orientación para tratar su situación con el especialista en salud mental que mejor se adecua a su circunstancia. Es una iniciativa dedicada a prevenir el suicidio y brindar apoyo en materia de salud mental, mediante la psicoeducación, a personas con depresión, ansiedad, conductas autolesivas, trastornos de la conducta alimentaria y adicciones. Surgió a partir de la necesidad de mejorar los servicios de prevención de suicidio en México.
Es por esto que hoy nos unimos al mundo entero para conmemorar el Día Mundial para la Prevención del Suicidio. Habla, si te sientes triste, solo, sin esperanza, nada te motiva y piensas que el mundo podría estar mejor sin ti, habla, expresa cómo te sientes, no te quedes callado y pide ayuda.
Referencias:
Hernández-Bringas, H., & Flores-Arenales, R. (2011). El suicidio en México. Papeles de Población, 17 (68), 69-101
Organización Mundial de la Salud. (2000). Prevención del suicidio, un instrumento para médicos generalistas, trastornos mentales y cerebrales. Estadísticas sanitarias mundiales, Departamento de salud mental y toxicomanías, tomado de http://www. who.int.
Organización Mundial de la Salud. (2014). Prevención de suicidio. Un imperativo global. Tomado de http://www.who.int/mental_health/suicide-prevention/world_report_2014/es/
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