“El juego es el lenguaje del niño y los juguetes son sus palabras”.
Garry Landreth, fundador del Centro para la Terapia del Juego
El psicólogo ruso Lev Vygotsky menciona que el juego es una herramienta que ayuda a los niños a reproducir las actividades sociales, el contacto con otras personas y a aprender roles.
El juego tiene poderes curativos si se da en un ambiente cálido, amigable y en el que los niños tengan soltura para jugar. Los ocho poderes curativos del juego son:
- Comunicación
- Regulación emocional
- Mejora de la relación
- Juicio moral
- Manejo del estrés
- Fortalecimiento del yo
- Preparación para la vida
- Autorrealización
El juego les brinda a los niños muchos beneficios en la vida. Además de que es divertido, ayuda a fomentar la creatividad, la educación, las interacciones con otros niños y adultos, la comunicación, y es una herramienta que los ayudará a aliviar el estrés.
Cuando los niños juegan, aprenden a tolerar mejor la frustración, regular sus propias emociones y destacar o mejorar en una tarea que les guste y les salga muy bien.
Jugando, los niños tendrán la oportunidad de dominar su mundo y expresar su personalidad global. Comunicarán sus deseos y necesidades, sus percepciones, su manera de interpretar el mundo y las posibilidades de sus habilidades y limitaciones.
¿Cómo jugar con los niños?
- Permitir que ellos tengan la iniciativa, sin dirigirlos
- Que el juego sea libre y espontáneo
- No hay que agobiarlos si no juegan como nosotros esperamos
- Jugar con diferentes canciones y rimas ayudará a desarrollar el lenguaje
Referencias
Schaefer, C. E. (2012). Fundamentos de terapia de juego, segunda edición. México: Manual Moderno.
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